Creo que a todos nos ha pasado alguna vez el ser habitué (o no tanto) de algún sitio (pongamos por caso) nocturno, y que de repente nos demos cuenta de que ya vendría siendo hora de emigrar a otro sitio del mismo talante, pero más acorde a nuestra edadddd.
Y sí.
Cuando ingresé a la uni, por ejemplo, el furor era ir a un lugar, el "sitio POP". Una iba, con 17, 18 años. Ahí iban "todos" (?).
Al año o dos ya pasás a ser la resaca del lugar, y querés innovar. Tanto que ya no volvés NUNCA MÁS a aquel lugar otrora POP, y que hoy te parece un sucio galpón de cuarta, lleno de pendejos boludos.
Lo mismo pasa si te vas a estudiar fuera de tu ciudad natal y se te canta salir alguna vez cuando vas de visita. Oh odisea Oh. Porque claro, ya no estás en la "onda" (bueno yo...Nunca estuve en la "onda", pero pretendamos que soy una "chica tipo". Tipo naa), y no tenés idea a dónde catzo va la gente.
A todo ésto, viene a mi mente el recuerdo de un diálogo, escueto (por suerte) pero real al fin, que de adolescente mantuve con una chica unos años más grande que yo. En resúmen ella tenía muy claro que se salía a cierta hora porque a ESA hora (y no otra) llegaba la "gente conocida" (?). Qué entendería esa chica por "gente conocida" es un tema que puede llevar a la discusión en casas de altos estudios filosóficos. Tal cosa asevero, pues creo que NADIE podrá JAMÁS saberlo. Idiosincrasia de pueblo chico, infierno grande.
Retomando, suele ser un tanto difícil querer adecuarse a las "olas migratorias" en lo que a salir se refiere. Más aún si sos una persona a la que no le gustan los boliches, abiertamente confesa al respecto, y tenés cero "onda". O sea, yo.
Pero hay momentos en la vida en que una tiene que salir a ver gente, gentusa, "gente conocida", desconocidos, "gente bien", "mala gente", ridículos, etc.
Llega un punto en que "sociabilizar" (?) se hace deseable. Creo.
Igualmente sigo sosteniendo que lo que YO entiendo por "sociabilizar" en un choboli no se da. Pero no es el tema de este post.
El tema viene como piña colada por una reciente noche anecdótica que tuvimos con mi amigo Say. Esas noches que hay que pasar aunque ni ganas.
¿Puede ser que teniendo 23 años te sientas un NONO? Sí, puede ser. ES.
Cuando vas al lugar nocturno inadecuado en el momento inadecuado. Cuando ese lugar se llena de pendorchos y vos, sintiéndote en un kinder garden, te preguntás "¿Qué corno hago yo acá?", y el humor de tu noche pasa por tratar de entender por qué los pibes se dejan ver los boxers, cuando ello es altamente indeseable, y observás que hay un "punto clave" en el cual ellos quieren que estén sus pantalones.
Es INCREÍBLE. Yo los observo y veo que se los suben, pero lejos de hacerlo como para lograr lo que yo vengo a entender por "comodidad", es porque buscan que quede "ahí". Pongamosle a 3 cm del elástico del calzón, ni más ni menos. Toda una ciencia.
Mientras tanto, vos (yo) y tu amigo (mi amigo), los ancianitos que deliran con pavadas puesto que ni siquiera para mirar tipos está el panorama, luego de haber pagado entradas de dos lugares (del primero nos fuimos porque no estaba ni San La muerte), no tenés puchos, ni guita para gastar en bebida, puesto que la prioridad es volver a tu casa (en taxi, no queda otra).
Entonces, sentados en un sillón muy TOP, cagados de frío en un patio muy COOL, miré a mi amigo y le espeté un: "Viejos...Y de GARRÓN". Mientras los pibitos bailaban desaforados un tema poco memorable sin dudas.
Ambos rompimos en carcajadas.
Fué divertido ahora que lo veo de lejos. Si es con un amigo como mi amigo, como MIS amigos, yo volvería a pasar por cualquier garronazo así.
Pero nos quedó más que claro que ése día de la semana, en ése lugar = NO.