miércoles, 22 de diciembre de 2010

JINGLE BELL... ¿Rock?


Si bien para algunos "It's the most wonderful time of the year",
para muchos de nosotros xmas hollyday es un tiempo de terror...



Hay ciertos encuentros que es mejor evitar en navidad.


Really.

lunes, 20 de diciembre de 2010

El niño adulto


Surge en una conversación mi aversión hacia las criaturas humanas de corta edad.
Alguien me propone contarme una anécdota y lo hace.
Era sobre un niño de 6 años, que no quería a su hermana pequeña y la negaba, al punto tal que en un dibujo sobre su familia dibujó a sus padres, se dibujó a sí mismo...Y éso fue todo.
La cuestión es que el niño, un día en que su madre tenía la visita de unos amigos y sus hijas de dos años, le pidió a las niñas que dejaran de jugar con sus juguetes "por favor", y le dijo a la madre que "por qué tenía invitados" que "ésa gente lo estresaba". A lo cual la madre respondió que "no sea maleducado" y él le dijo "me voy a dormir mamá". 
Otra nota de color es que luego de tales acontecimientos, el niño escribió una carta a su madre diciéndole más o menos que su vida lo estresaba y que ella tenía que hacer algo al respecto, claramente.
Todo lo cual no tendría nada de malo, siendo que si el niño de verdad está mal por algo, su forma de expresarlo fue ésa. 
Para mí solo se trata de un pequeño manipulador.
Bien, esta historia se contó para despertar mi simpatía, supongo.
Mi buena predisposición no fue suficiente para que lograran hacerlo.

Yo siempre fui una niña rara.

jueves, 2 de diciembre de 2010

QDLDIDDNÑ IV

(QUE DEROGUEN LA DECLARACIÒN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS DEL NIÑO, IV)


"Pequeñas delicias de la vida cotidiana" podrán decir algunos. Yo lo llamo, "La maldición de las generaciones venideras", o de cómo los seres humanos somos siempre lo que somos, sin discriminación por sexo, EDAD, religión, etc.

Es una cruzada que empecé casi junto con este blog, y que tiene sus fundamentos en ésta entrada.

A veces olvido mi propósito heróico (?) y dejo de reportar las falacias de la "inocencia" infantil. Pero hay días en que, por caso, estoy esperando el colectivo, y pasa algo que me hace reflexionar, y volver a la marcha de mi cruzada.

Hace unos días, esperando el cole en frente de una juguetería, aparece una camioneta estilo bomberil (de bomberos) de la cual bajan dos o tres tipos, pasan por la reja (el local estaba cerrado) y empiezan a arreglar un cartel, o por lo menos a intentarlo.
A los pocos minutos aparece un niño de, pongamosle, 8 años. El niño se manda frente marche a la juguetería, e incluso atravieza la reja, comienza a parlotear con los urzos que trataban de hacer su trabajo y les pregunta "¿Qué hacen?", a lo que uno de los mencionados responde, SOCARRONAMENTE, "Estamos por robar" (carita feliz).
Yo, que observaba todo ésto, pensé que el niño se asustaría e iría a contarle a su mamá (que al momento portaba una mirada de todo-me-chupa-un-huevo) la fechoría que se estaba por cometer ante sus ojos, y de la cual lo consideré crédulo, (con razón).
Para MI sorpresa, visto y considerando que tengo un alma filosófica que no deja de sorprenderse, lejos de seguir con mi predicción, el niño le dijo al urzo de turno: "¿Me robás aquel juguete de Toy Story?"...
A todo ésto, la madre, que seguía observando DESpreocupada la situación, hizo un intento fugaz por llamar la atención de su cría, y le espetó un finito "Martincito (ponéle) vení para acá".
Obviamente, el pibe (chorro) siguió con lo suyo, tratando de persuadir al hombrezote de que le robara su juguete, tan insistentemente que éste tuvo que reconocerle que "en realidad, (coma) estamos trabajando" (carita no-feliz).

Mi cara fue gradualemente cambiando de rictus, al punto tal que en los segundos correspondientes a las primeras líneas de este texto portaba una mirada de ternura, y en los segundos finales, una de horror e indignación.
Y NO! Mi indignación no tiene nada que ver con el hecho de que el niño tuviera planes delictivos. Creo que lo peor fue haber créído en su inocente mirada, y haber encontrado de todo, menos éso.

Subí al bus de muy mal humor. Me habían engatuzado una vez más.

martes, 23 de noviembre de 2010

INVISIBLE



UPA! Pero cuánto tardé en volver! 

¿Tendrá algo que ver con que últimamente no siento que tenga nada "importante" para decir?

Of course.

Este tiempo me he dedicado a vivir, y nuevas cosas han venido a mi vida, como restos de naufragio, aunque nada radical.

No dejé mi carrera, ni la pienso dejar, y no tiene que ver con complacencia ni automatismo, sino con un pleno convencimiento, que es algo que MUCHOS dudan encontrar en alguien joven (un aporte más para la teoría de que mi alma tiene alrededor de 100.000 años y estoy tan cerca del Nirvana que estoy más allá del bien y del mal :p). Es algo que muchos dudaMOS encontrar en un sujeto o sujeta que estudia Derecho. (Hay grandes porcentajes de estadística que apoyan esta visión, así que arrepentíos impíos engatusadores del universo! Estudien lo que deben!).

Pero así como hay gente que disfruta de ser taxista, habémos quienes disfrutamos de la abogacía, really

Personalmente no le doy mucha importancia a lo que dice el Código Civil, ni el penal, ni a ninguna ley (exceptuando quizás a la Constitución, pero es una gran salvedad), que como hoy existe, mañana puede dejar de hacerlo, y en esto está la magia (?).

No deja de sorprenderme la cantidad de gente que cree que porque un texto se sancionó como ley, ipso facto pasa a ser LA verdad (y como bien sabemos, existe "La verdad, y LA verdad"). Si algo es ley, "pues entonces, debe ser cierto"; paradigma casi tan irracional como la fé de Homero en la televisión, (casi tan ridículo, no tan gracioso).

Una anécdota me viene a la mente, y tiene que ver con mi relación con otras "ramas del saber". Por caso, la ECONOMÍA.

Hace 4 o 5 años cursé economía. Todavía no se muy bien gracias a qué jugarreta del destino la aprobé, puesto que sigo sin entender muchas cosas.

Sin embargo, hace unos meses decidí, en mi inmensa benevolencia (?) darle una segunda oportunidad, pobre (?), o ella me la dio a mí, cuando me anoté para dar clases a los internos de la unidad penitenciaria de la ciudad.

"Y bueno" me dije, "es un reto". Y hete aquí, que les ENSEÑO (chan) Economía (además de Inglés -sí, Inglés-, y Derecho Constitucional).

No voy a negar que creo haber comprendido un poco más. Más bien, me alejé considerablemente de la rasa ignorancia que me albergaba.

Eso sí, ¿gustarme?, no. 

Ha sido la segunda oportunidad que le dí (esto es algo de apreciar viniendo de moi) y aquí estamos. Yo sigo odiándola, y ella me sigue mirando con esa cara de "obviamente, gila".  ¬¬

Supongo que nos separan conceptos como la presunción del "hombre racional"; las "manos mágicas" (ah no, era la "mano invisible", bueh); las "necesidades infinitas", la "inconveniencia económica de los sistemas proteccionistas"...

Que se yo, no me caen bien para nada. Y ni hablemos del análisis económico del Derecho de Ronald Coase. NI HABLEMOS! ¬¬

Entonces, pienso, hay distancias casi estructurales entre algunos temas y mi cerebro. Así como hay cercanías sostenidas con otros. Y eso ES ASÍ. Forma parte de uno. Lo vemos, o no lo vemos.

Mi "suerte" está echada. Los planes cronográmicos* no me salieron bien este año, pero allí me espera la meta que siempre me esperó.

No tengo dudas. Y éso, es copado.

=)

* Neologismo adjetival  derivado del sustantivo cronograma

viernes, 1 de octubre de 2010

LA INSOPORTABLE FATALIDAD DEL QUERER SER


Los que me rodean me han asignado una tarea por mi bien:
tengo que dejar definitivamente atrás el deseo de cumplir una expectativa que ya se hace imposible (no me voy a recibir antes de cumplir 24).
Sé que muchos pensaran lo que piensan todos, incluso yo: "esta mina es una jerapa";
y bueno, puede ser.
Pero ¿cómo se remontan 23 años de un subconsciente CRIADO para fijarse metas como ésa?
YO SE (te lo remarco, te lo resalto y te lo pongo en mayúsculas) que está mal sentir como siento, y que está bien haber elegido explorar de todo, antes que seguir encerrada estudiando.
El tema, 
es que no puedo evitar
sentirme una fracasada.
O sea, si mi consciente tiene razón, pero mi subconsciente le juega en contra,
¿cómo catzo hago para SENTIR como PIENSO?

Es una duda que viene revoloteando, y que espero, como fieles followers que son (y buena gente, locuaz y centrada) que me sepan solucionar ASAP.

WELCOME OCTOBER!

domingo, 26 de septiembre de 2010

ELECTROENCEFALOGRAMA PLANO

"¿Tu blog ya tiene telarañas, no?" Dijo mi prima...

lunes, 23 de agosto de 2010

ALTER FAMILIAE

Chicos acá les dejo algo que encontré y que escribí hará casi dos años. Ojalá les guste y me den ideas para continuar la historia!!




Comenzaba un nuevo día, casi como todos los demás. En realidad, nada en su inicio hacía siquiera suponer lo que tendría de “nuevo” ese día. Era como levantarse a vivir, con la inercia de todos los demás días, sólo porque era lo que había que hacer, vivir. Eran las 6:25, el horario habitual en que su despertador sonaba. Y lo apagó luego de que sólo sonara una vez, como era habitual. No hacía falta más, era como si supiera que iba a sonar incluso antes de que sonara, porque su cuerpo ya sabía que tenía que levantarse, aún  cuando ella se negaba a aceptarlo, sobre todo en invierno. En invierno, a esa hora todavía estaba de noche: completamente de noche, ni siquiera empezaba a aclarar. Pero ése día ya no era invierno, sino primavera.  Era normal que no lo notara, sin embargo, ya que el cambio climático global tenía el ya no tan extraño efecto de traer días muy fríos, en estaciones que no necesariamente eran invernales; o días muy calurosos, en meses como junio, o julio. Era el destino de la humanidad, ya no había estaciones climáticas. Pero ellas no eran las únicas que se habían extinguido... Todas estas cavilaciones solían pasar por su mente durante los pocos segundos que tardaba en levantarse e ir al baño, con los ojos todavía cerrados, a orinar y lavarse la cara, el primer contacto crudo con la realidad de un nuevo día. Aunque sus pensamientos no sólo se encargaban de analizar el clima y el destino fatal del mundo. La mayoría de las veces se trataba de cuestiones mucho menos altruistas, como en qué consistían las tareas del día, si tenía que ir al supermercado, quehaceres laborales que había prometido dejar para el día siguiente la noche anterior, ya que sino no habría podido conciliar el sueño, y, dependiendo de su período humorístico, pensaría en recientes alegrías o fracasos cotidianos persistentes, pese a no ser la gran cosa, ni las unas, ni los otros. Pues si había algo de lo que ella estaba segura, era que su vida no le traía la emoción que ella esperaba. Era consciente de que la mayoría de las personas hubieran dado lo que no tenían por llevar la vida que ella llevaba, pero el ser humano nunca está satisfecho con  lo que tiene, y ésa parece ser una de las características a la vez más odiosas y más común en le especie: no era patrimonio exclusivo de ninguno de los géneros sexuales, aunque fervorosos de los representantes más aguerridos de cada grupo se empeñen en demostrar lo contrario.  Ella era plenamente consciente de su mediocridad en este sentido, no tenía la madurez espiritual para asimilar la vida tal como es, y ser feliz con ella sólo por lo que tiene de bello cada día; simplemente se negaba a aceptar que no había nada más para ella.
Solía fantasear muy a menudo que un buen día se “chocaría” (de repente, y como quien no quiere la cosa) con la vida, lisa y llanamente; con algún acontecimiento extraordinario que haría que TODO cambie en unas pocas horas. 
Probablemente, y aunque ésa mañana a las 6:30 no lo supiera, ése iba a ser el día que tanto esperaba. O no, todo depende de la perspectiva.

A las 7.30 ya estaba en el trabajo, puntual como siempre, y con su buen humor habitual. Era muy común que nadie notara sus cambios de ánimo, ya que sabía ocultarlos muy bien, sobre todo porque pensaba que a nadie le importaban sus problemas, y no distaba demasiado de estar en lo cierto, con las debidas excepciones: algunas personas que realmente se preocupaban por ella, pero eran las menos. Por lo que su estrategia de “vender” una buena imagen era bastante acertada. Y sobre todo, eficiente; pues cuando te encargás de solucionar conflictos de otros como profesión, entonces nadie quiere escuchar los tuyos. Todos pretenden que estés bien. Y ella siempre estaba bien. Así debía ser.
Ese día había decidido vestir liviana, pese al frío, ya que pasaría varias horas en un ambiente lo suficientemente cálido, incluso demasiado. Su alta figura subió las escaleras del edificio de Justicia con la habitual calma, no había apuro a esa hora, y tampoco solía haber casi nadie allí, salvo el guardia de seguridad, que unos días respondía a su saludo, y otros no. Nunca pudo entender la causa de tal discontinuidad de modales. Ese día no tuvo suerte, ya que nadie respondió a su “Buen día”; o mejor dicho, el guardia no lo hizo, ya que tras ella entró un hombre que sí le respondió, pese a que inicialmente el saludo no le iba dirigido. A ella poco le importó, de hecho, le pareció una bonita jugarreta del destino, ya que su saludo no quedó sin respuesta, y por lo tanto, el equilibrio del Universo no se había alterado. Luego de sonreír mecánica e inconscientemente,  se percató de que el hombre que acababa de entrar tras ella la estaba mirando, más bien, la estaba observando, y segundos después cuando ambos subieron al único ascensor en servicio, directamente la estaba escudriñando. Todo lo cual hizo que su sonrisa se borrara de la misma forma mecánica e inconsciente en que había aparecido. El salvador de su equilibrio universal era ahora lo más parecido a un predador al asecho: “abogado”, pensó. No estaba equivocada, más tarde lo sabría con certeza. Entonces, decidió devolverle a nuestro amigo su cortesía, (no la del saludo, sino la de la observación) y comenzó a mirarlo, sólo que más sutilmente de lo que él había, no, seguía haciéndolo. A primera vista le pareció un ser bastante poco agraciado, no porque fuera feo, sino porque parecía no tener nada de especial: Sólo un poco más alto que ella, pelo castaño oscuro, ojos marrones, nada raro. Pero ése primer examen, a ésas horas, y con tan pocas posibilidades de perdurar, sería más adelante absolutamente refutado. Al parecer él sí había notado algo extraño en ella, ya que continuaba observándola. Tanto, que al punto de comenzar a sentir que se trataba de un Dementor chupador de energías, ella se vio prácticamente obligada a espetarle un “¿Nos conocemos?”, sólo para que él, sin dejar de mirarla, contestara “ No, no creo”. Era sin dudas una provocación, a la cual estuvo a punto de caer, ya que pensó en preguntarle directamente por qué le miraba; sin embargo, su mente fue lo suficientemente rápida como para cerciorarse de que no le iba a dar el gusto. Por eso no dijo más nada, y el viaje hasta el quinceavo piso transcurrió en absoluto silencio. Bajó deseando que su compañero siguiera dentro del ascensor, pero, al parecer, su buena suerte se había acabado por hoy, (había tenido su dosis del día al momento del saludo matinal con el guardia) y allí fue tras ella, con lo cual se le imponía continuar con la tarea de ignorar al visitante. Tarea que pronto sería desechada, no por ella, sino por su jefe, el juez.

“El señor es Alvaro Uribe, el Doctor Uribe, ¿ no?” dijo, “Sí, así es” añadió el otro. “Mucho gusto” falseó ella. La verdad, no le daba ningún gusto, y si le daba alguno, era un gusto agrio, como vinagre de alcohol puro o leche rancia. Ese hombre ya le caía mal, y con la plena consciencia de que no tenía nada que reprocharle, (más que haberla mirado insistentemente sin dar ninguna explicación), lo cual le daba una rabia indescriptible, y a la vez, imperceptible. Tal era su talento en acción. Lo peor de todo, es que él sabía que no le agradaba a ella, y eso a él no le agradaba, y ella lo sabía, y él también lo sabía. El único que parecía no saber absolutamente nada de todo esto era el benemérito Doctor Cifuentes, juez del tribunal número cinco de Familia, jefe directo de ella, que era Prosecretaria Administrativa. Era un hombre admirable, y sumamente adorable, no había una persona que trabajara en el tribunal, ni en cualquier otro tribunal de la ciudad, que no lo quisiera. Despertaba auténtico cariño y respeto; era, ante todo, una buena persona, lo que lo transformaba de modo más o menos automático, en un buen juez.
Era raro, hasta sospechoso, que el Doctor estuviera allí tan temprano. Pero, claro, todo tiene una perfecta explicación lógica. O casi todo.
“Lily, el Doctor viene a ocupar el puesto de Secretario del Juzgado, libre desde la muerte del Doctor Cámpos. Espero que no te sientas desilusionada, sabes que aún sos muy joven, y un día vos vas a estar en MI lugar.” Sí, esa era la fe que el Doctor Cifuentes le tenía, mucha. Y ella lo agradecía profundamente, y no la desilusionaba en absoluto no tener ese puesto, de verdad, (ya que era realmente joven, tenía 25 en ése momento). Lo que le molestaba era tener que encontrar el modo de que el recién llegado no le cayera tan pesado como comer 3 kilogramos de tortas fritas, ya que ella defendía la teoría de que hay algo rescatable en todas las personas, (aunque a veces era poco), y que para un buen clima de trabajo, era esencial  aferrarse a esa parte buena.
“No se preocupe Doctor, en serio. Si me conoce un poco sabe que no me siento en absoluto desilusionada, todo lo contrario: todavía no sé por qué trabajo con Usted.” “jajajajaja!” El Doctor tenía una risa estridente y auténtica, “Ya vas a ver, dentro de poco, con tu capacidad y tu buena disposición, vos me vas a dictar las sentencias a mí”, dijo, y se retiró, llevándose consigo al visitante, lo cual fue un alivio, aunque fuera momentáneo.

“¡¿Cómo hago?!” preguntó casi retóricamente a sus compañeros de mesa de entrada, quienes reían y vociferaban todo tipo de chistes respecto de su relato del “nuevo”. “No hace falta que te caiga bien, vos quedáte tranquila, acá te bancamos todos”. Las palabras de Sonia fueron muy cálidas y verdaderas, pero ella sabía muy bien que no le convenía tener de contrincante al Secretario. Bueno, quizás estaba exagerando. Seguro, estaba exagerando: ya veía a este desconocido como un puerco repugnante que le iba a hacer la vida imposible, y recién eran las 8:13. 
Decidió que era mejor alejar todo esto de su mente, y se fue a su oficina a terminar con lo que no había podido el día anterior. Increíblemente, luego de haber creado un quinto Tribunal de Familia en la ciudad, ninguno de los cinco parecía dar a basto, tal como sucedía años atrás, cuando sólo había un Tribunal colegiado de única instancia. 
Estaba en plena trifulca lingüística (muchas veces, elegir entre una palabra u otra era el mismo arte de lo sustancial en Derecho) cuando sintió “toc-toc” y giró sobre las ruedas de su silla dispuesta a encontrarse con el rostro de su amigo Leandro, que pasaba casi todos los días bastante temprano para seguir sus expedientes que tramitaban allí y se quedaba un rato cuchicheando con ella o tomando un café, pero la oportunidad para descargar sus broncas llegaría mas tarde, ya que quien entraba era nada menos que... “Alvaro, ¿puedo pasar?”. Odiaba esas preguntas capciosas, ¿para qué preguntaba, si ya había entrado? ¿No se suponía que eso de preguntar tenía un sentido? Y ese sentido solía ser darle al otro la oportunidad de negarse. Pero al parecer, Alvaro no solía dar a los otros muchas oportunidades de negarse a aceptarlo: él se imponía. Y si había algo que ella odiaba desde las entrañas, era sentirse presa, obligada, presionada a aceptar algo, sin posibilidad de rechazarlo. Aún cuando no había razones para rechazar algo, y simplemente se sabía que no iba a hacerlo, ella necesitaba tener la certeza de esa posibilidad: allí radicaba su sentimiento de libertad, de independencia. Todo esto hubiera importado un rábano a nuestro amigo, aún si hubiera tenido chance de saberlo. Ella notó esto, y se limitó a decirle “Adelante, cómo no”. Pensó en tratar de sonreír, pero hubiera sido demasiado falso, después de todo, qué más da si sabía que no le caía bien, ella era lo suficientemente importante como ser humano como para tener que esforzarse demasiado.
“La verdad, quise pasar a pedírte disculpas”. Bueno, eso sí que no se lo esperaba. ¿Disculpas? “¿Por qué?”, su pregunta fue fría y calculada, ocultaba muy bien la sorpresa.
“Es que hoy de mañana te puse incómoda en el ascensor, y fue adrede. No pensé que íbamos a ser compañeros de trabajo”. 
“¿Fue a propósito? ¿Te gusta poner incómodas a las personas en general, o sólo a las mujeres?” Su tono fue ligeramente violento. ¿Qué quería decir con eso de ‘fue adrede’? Todo un megalomaníaco, sin dudas.
“Noto que te dejé bastante impresionada”. Era el colmo, el colmo del falocentrismo. 
“¿Impresionada? Mirá, voy a dejar de hacérte preguntas que evidentemente ni te interesa contestar, y voy a ser clara: Es evidente que vos y yo empezamos con el pié izquierdo...”
“Guauu... Sos muy directa. Y un poco formal. Y usas frases hechas. Todo un hallazgo.”
Ah, no. Esto era demasiado: un hombre que no la conocía, que la interrumpía, y que la insultaba. No a ella, a su inteligencia! Mucho peor.
“Bueno, esto es todo entonces. Te ahorro el disgusto de tener que rebajarte a mi nivel intelectual. Podés retirarte, y cualquier cosa que necesites, estrictamente laboral, estoy a su servicio ‘ señor Secretario’”. 
“No te enojes, no quise herir tus sentimientos”, mientras decía esto esbozaba una tenue y satírica sonrisa de niño satisfecho. 
“Dudo que le interese si me enojo o no, ni mucho menos mis sentimientos. Tengo trabajo, hasta luego” dijo, señalando la puerta con toda vehemencia.
“Pronto nos volveremos a cruzar, seguramente para ése entonces encontrás alguna linda frasecilla para hacerme reír un poco más.” Dio media vuelta y... Volvió. “Ah, me olvidaba: el Doctor me dijo que vos te ibas a encargar de mostrarme las instalaciones”.
“Dudo mucho que eso sea cierto, yo no soy una guía turística, y el Doctor lo sabe muy bien.”
“Algo de razón tenés: él no te propuso para la tarea, yo le pedí que fueras vos, y él aceptó”. 
“Bueno, en tal caso, ya le encontraré alguna otra persona que lo haga.”
“Ni lo sueñes. O vos, o nadie” 
“No creo que al Doctor le interesen sus berrinches. Incluso le van a interesar menos que a mí”
“Puede ser. Pero dudo que quieras molestar al Doctor con algo así. No soy yo el que le va a informar nada.”
“No hay problema, yo le aviso, quédese tranquilo, alguien lo va a acompañar”.
“Veo que también sos obstinada”. ‘No más que usted’, quiso decir, pero en ése momento apareció su salvación: el Doctor Cifuentes. Había escuchado la conversación, por lo menos la última parte, ella lo notó. El Doctor cerró la puerta, y dijo:
“Alvaro, creo que el hecho de conocerte de toda la vida no va a ser un obstáculo para pedirte que por favor te comportes como debés. Acá no sólo se trata de una brillante historia académica, el respeto a los demás es esencial.”
Apenas podía comprender lo que oía. Se suponía que el Doctor no conocía de antes a este mequetrefe; así lo había hecho sonar cuando se lo presentó.
“Lo sé padrino, no quise ser descortés. Me estaba divirtiendo un poco, eso es todo. Disculpame... Lily, ¿no?”
“Liliana Arreta”. Pero ése no iba a ser el final, al muchacho le quedaban oír unas cuantas palabras más de desaprobación por parte del Doctor, un ratito más de humillación, pensó ella.
“Alvaro, no admito que hables de divertirte a costa de las personas como si fuera algo natural, y mucho menos si se trata de Lily. Ella es una de mis mejores empleadas, le tengo mucho cariño, y no te permito que le faltes el respeto. Es una de las mujeres más inteligentes que te vayas a cruzar en tu vida. Sólo que ahora ni lo sospechás”
Las palabras del Doctor fueron el bálsamo más preciado de ése día, y de muchos días antes y después de ése. Se sintió triunfadora. No pudo evitar sonreír. Pero, muy a su pesar, el nuevo no tenía mal semblante, muy por el contrario, él también sonreía.
“Disculpáme padrino, es que estoy aplicando una nueva técnica que aprendí en Suiza. Básicamente pongo a prueba a las personas que me resultan a primera vista interesantes. Es un modo de testear las primeras impresiones. Estadísticamente digamos que hay un 90 % de certeza: ellas suelen ser correctas.”
Así que de eso se trataba todo. No era posible, debía ser una treta para contentar al “padrino”. 
“Bueno, entonces tu primera impresión de Lily fue más o menos como la mía. Ella es adorable”
“Por favor...” Sólo fue capaz de decir eso. Todavía dudaba cuando el Doctor se retiró y los dejó nuevamente solos. Entonces dijo: “ Resulta que es un sociólogo experto, además de abogado, presumo que hasta puede ser un buen psicólogo”
“No me creés. Pero es cierto. Perdonáme, y dejá de tratarme de usted, solamente te llevo un par de años.”
“Por ahora dejémoslo así”
Fue el fin de la conversación. No porque no tuviera nada más que decir ni preguntar, sino porque el trabajo apremiaba, una llamada del consejero de familia los interrumpió, y para cuando colgó, él ya se había ido. 

Transcurrieron unas cuantas horas, entre audiencias, conciliaciones, discusiones varias y testigos, escritos y cédulas perdidas y vueltas a encontrar, ira de algunos abogados, risas de otros, lo habitual.
A esta altura, eran las 10:25, casi hora de desayunar, el momento que compartían todas las mañanas entre compañeros, una de las cosas más valiosas para ella desde que llegó allí. 
Pensó que quizás no tendría oportunidad para contar lo ocurrido a los otros, pero el susodicho ni se apareció por ahí. Por lo cual puso al tanto de aquello a todos en quienes podía confiar, y recibió de las más variadas opiniones, algunas en tono de broma, otras más en broma que las anteriores, (así solía ser) pero ninguna de las cuales viene al caso.

Volvió a su oficina con la mente despejada. No se había percatado del frío congelante que hacía hasta ese momento, cuando abrió la puerta y una ráfaga la “golpeó” al entrar. Algo no estaba bien... No recordaba haber abierto la ventana. Cualquier otro habría pasado esta circunstancia por alto, pero no ella. Tantas cosas raras no solían pasar el mismo día. “Toc-toc”, “Permiso doctora, tenemos una audiencia en cinco minutos, el Doctor la está esperando en su despacho, tiene que decirle algo, por eso me mandó a que la llamara...”. Era Perla, la secretaria personal del Doctor Cifuentes, una mujer de voz dulce como la miel, y la presencia fuerte de una madre comprometida. 
“Enseguida voy Perli”. Tras oír su respuesta, la señora se retiró con una de sus sonrisas amables y comprensivas. Evidentemente Perla notó un signo de preocupación en su cara, signo que tenía que esfumarse “a- hora, listo.”. 

‘Ya las 11, casi pasó la mañana’, fueron las palabras que pasaron por su mente mientras se dirigía al encuentro del Doctor y su próxima audiencia  de vista de causa: tenencia. Se trataba de una niña, que para ése entonces ya contaba con 13 años, pero que al comenzar su madre las acusaciones legales contra el padre, no llegaba a los 3. Este caso era famoso en el tribunal, incluso la sentencia fue recurrida a la Corte Suprema de Provincia, que confirmó la sentencia del Tribunal asignando la tenencia en forma compartida, razón por la cual la madre volvió un año más tarde, para modificarla; y por su parte, el padre hizo lo propio. Por lo cual se habían abierto dos expedientes “cruzados”, y luego de unir las causas el juez (de oficio), estaban dadas las condiciones para proceder a la audiencia de vista. Este proceso tenía la particularidad de contar con amplios espacios dedicados a la oralidad, lo cual no era nada común en los procesos civiles ordinarios. Y esto era lo que lo dotaba de mayor singularidad, esto era lo que lo hacía interesante, o por lo menos eso pensaba ella.
Resultó que el Doctor sólo quería prevenirla “...sobre los caracteres de las partes, son bastante volubles, irascibles...En fin, complicados.” 
“Doctor, ya los conozco, los he visto y escuchado una docena de veces... No entiendo...”
“Tené mayor precaución esta vez. Eso es todo.” Seguía sin entender. Pero estuvo bien, por el momento.

“Buenas tardes señores, el señor Juez estará con nosotros en un momento. Me imagino que no hace falta requerirles que guarden las formas y que mantengan un trato estrictamente cordial, incluso entre ustedes. Aquí no interesa cuánto se odien, se trata del bienestar de su hija, eso es lo primordial para nosotros...” No era lo común ‘cantar’ semejante preludio. Este caso lo ameritaba, y ella lo sabía muy bien.

domingo, 15 de agosto de 2010

"NO TE SUELTO MÁS"


Yo escucho este tema,



y pienso idiotamente: "quiero alguien que me hable así".


CONCLUSIÓN: El problema con las altas espectativas es que una va por la vida esperando que aparezca alguien que te quiera RAPTAR con éstas palabras:


"Vamos a tenernos aquí mi amor
alimentando la utopía
duermo en tus labios
por favor no sonrías, o caeré."

Y eso nunca va a pasar.

domingo, 8 de agosto de 2010

ANGER MANAGEMENT

"A veces uno cree que tocó fondo, pero el fondo está mucho más abajo", es una frase que escuché hace unos días en un programa de ficción que sigo, y que se me quedó grabada.
Áspera conclusión que encaja con un áspero momento.
Porque estoy harta. Y no es en sentido figurado. Siento que NO DOY MÁS. Ya no sé que otra cosa puedo sacar de mí para avanzar, si todo son trabas, baches, cachetadas.
No voy a pormenorizar porque me resulta aburrido, para mí y para ustedes.
Sólo diré que ayer rompí una guía telefónica.
La hice añicos, literalmente.
Comencé tirándola al piso con fuerza varias veces, con mucha fuerza, de modo tal que se dividió en varias partes, cada una de las cuales desmenucé página por página, las cuales abollé, rasgué, estrujé, una por una. Por momentos pensaba en situaciones o en personas en particular al acabar con cada página, hasta que pensé que podía estar haciendo una especie de voodoo, y lo reconsideré.
Formé bollos, los cuales lancé fuertemente contra los muebles.
Me levanté, pisé todos los papeles mientras seguía descubriendo páginas enteras que me restaba rasgar.

Llegó un momento en el cual mi proceder dejó de ser movido por la IRA que me invadía.
Entonces me percaté de repente, de que estaba jugando.
Rasgaba los papeles como niña de dos años, azorada por una novedad del mundo, 
los arrugaba sintiendo el sonido que hacían y que me recordó a las olas del mar, 
una y otra vez, viendo cómo alteraban su forma. 
En un momento, sentada ya en el piso, sobre y entre restos de guía, empecé a juntar montones que tiraba para arriba, cual Marcelito-estás-ahí? en la gran urna de cupones de Susana Gimenez.
Creo que era un sueño que tenía desde chica,
hacer éso con semejante magnitud, como si estuviera metida en un enorme pelotero de papel.

No fue un acto de rebeldía, porque bien sabía que era yo la única que luego iba a tener que juntar todo, y nadie que pudiera retarme estaba allí.
No fue un acto de desesperación, porque, créanme, me encantaría romper toda mi vajilla, pero eso sí que me traería problemas.
Fue pura y simplemente terapéutico. Casi fríamente calculado diría.

Luego de jugar me quedé un rato contemplando el depto atestado de papeles, y sentí paz.
Fue sumamente liberador y lo necesitaba.

No voy a cuestionarme si estoy o no loca, porque éso lo confirmé hace tiempo.
Después me preguntan por qué sería defensora penal. Es porque nadie conoce sus propios límites, ni es consciente plenamente de lo que es capaz de hacer cuando lo invade la ira.
Yo por lo menos nunca pensé que iba a destrozar una guía telefónica con tanto ahínco.

Voy a seguir sintiendo ira, porque los días que me esperan no son más prometedores.
Creo que voy a empezar a recolectar revistas y guías viejas...



lunes, 2 de agosto de 2010

VIOLETAS


Me acabo de acordar que a mi abuela le gustaban las violetas.
Es casi lo único que recuerdo de ella.
El resto fue puro sufrimiento, y mi bronca por no haberla podido conocer.
Adiós abuela.

lunes, 26 de julio de 2010

UNPLUGGED


Es la primera vez que escribo directo sin recurrir a mis amados papel y birome, así que lo que salga de acá se debe a los insondables misterios de la mente humana, no reply.
Bueno, últimamente ando UN TOQUE delirante (Oh!). Es un estado que ya pasará...¿No?

El tema es que estoy descubriendo algunas cosas de mi mente, de mi ser en general, que generalmente tomo por dadas, y que, al parecer, no viene mal recapitular. 

Por ejemplo, una mala experiencia académica (digámos solamente que el sentimiento es mezcla de humillación con indignación), nada del otro mundo, pero bueno, pueden quedar secuelas (?) deformantes.

La cuestión es que caí en la cuenta de que tengo mecanismos de defensa de los que no siempre soy consciente. En este caso: desenchufarme. Y lo remarco porque es casi literal.

A ver, la mente funciona por ciertos senderos, y con ciertos parámetros, que tienen que ver con el entrenamiento, la experiencia, y sobre todo, el momento que se viva. Entonces mientras uno estudia por caso,  la materia gris se concentra en teorías que hay que incorporar; si uno labura, usualmente (no siempre, adviértase que hay ciertos especímenes que NO -reitero:NO- reciben oxígeno suficiente, por no decir otra cosa), la mente se agiliza para abarcar situaciones disimiles.

En mi caso, cuando me pasa algo que TRABA mi mecanismo cerebro-encefálico, encuentro como buena medida RESETEAR. Y para lograrlo, la respuesta suele estar en irme a la mierda (no tan metafórico, ni tan literal).

Con esto no pretendo dar consejos a nadie, porque justamente, de lo que se trata en MI blog, es de hablar de MI (mje!). Y también estoy al tanto de que no cualquiera puede irse al carajo dos días, y que yo no lo podré hacer siempre. Aunque como bien nos enseña la filósofa contemporánea (?) Violencia Rivas, el capitalismo nos da dos días de regalo, para que al lunes siguiente nos vuelvan a garcar, (palabras más, palabras menos, palabras mayores), con lo cual, mejor es aprovecharlos.

La cuestión suele ser ¿cómo volver a la acción...Mental? La respuesta todavía no ha venido. Ya llegará en forma de piña colada o de verdad revelada. Delirios místicos delivery.

Otra cosa que estoy cavilando es que hay ciertas actitudes que me fueron transferidas con la crianza y que me parecen naturales, cuando no lo son. O sí. O no. Y así sucesivamente, ad aeternum.

Porque, ¿quién sabe qué es normal? ¿Acaso mi psicóloga lo sabe? ¿Acaso el Cardenal "no-se-metan-con-la-familia-tipo" Bergoglio lo sabe? ¿Acaso Warren Sanchez lo sabe? Yo, claramente, no lo sé. Y por ahora, no quiero saberlo. Puede ser que me traume conocer la VERDAD (?).

En fin, pienso que mientras lo que hago me funciona en cierta medida, para avanzar en la colina de la vida (con el aval de León) , y como sólo se trata de vivir (Juan Carlos sponsored) , todo mecanismo de defensa que haga a mi cuasi integridad mental, sirve y es bienvenido.

De última, siempre está la opción de declararse insano y mandar todo al carajo, ¿no?




viernes, 23 de julio de 2010

Capital de Río Negro

(not my picture)

El miércoles a la noche, mientras recorría la costanera en auto de cabo a rabo, me asaltó la siguiente reflexión, casi como "verdad revelada", casi como todas las reflexiones que me asaltan a mano armada:

Lo único impagable que tiene Viedma es el río, la costanera, y sobre todo, la vista de Patagones de noche...O de día tmb, va en gustos.

Todo, ABSOLUTAMENTE TODO lo demás, es COMPLETAMENTE prescindible.

Les dejo algo de un grosso, viedmense, sí, pero desde afuera ;)

viernes, 16 de julio de 2010

ESPEJITO-ESPEJITO: Tenés el monopolio sobre mi apariencia. Decíle a ésssste/a que NADIE le preguntó su opinión.




Bueno, el título se zarpa de largo, pero tiene un punto tal longitudddddd. Es un statement (declaración de principios).

Esta mañana (warning: entiéndase por "esta mañana" la del día en que escribí el post), me desperté con cierta claridad mental respecto de un "temita" que me jode bastante, y que me jodió toda la vida.

Hay personas, que generalmente ni te conocen pero que tienen el HONOR de poder hablar con una, y lo malgastan criticando características de tu físico cuando una NUNCA LES PIDE SU FUCKING OPINION.

A saber:

La gente que trabaja en peluquerías, salones de belleza, spas, lo que sea, estando fuera de su ámbito laboral, siendo que coincidimos por ejemplo en el cumpleaños de un amigo en común (ponéle), mientras una comenta algo como "me tuve que bañar a los pedos o sino no llegaba", te tiran un "Vos tendrías que usar un baño de crema regenerativo con caléndula y callos de mono, así no lo tendrías tan seco y opaco"... ¿Vino al caso el comentario? Crik crik...

Nunca falta el que te dice que tenés "poros muy grandes" (?) o "puntos negros en el mentón" o "las cejaz tupidas". Esos detalles (harto importantes se ve) que una NO NOTA, y que al descubrirlos gracias a la colaboración de esta bienintencionada gente, contribuyen con que te sientas EL HOMBRE ELEFANTE.
Te salen con esos comentarios como si te estuvieran salvando la vida, pero cuando una por ejemplo tira un "y con éste culo cómo querés que me entre ese chupín" se  rasgan las vestiduras y te cagan a pedos porque "no digas esas cosas, tontita"...
O sea, no te estoy contando que vengo de tomar un laxante porque no puedo cagar en forma natural y Activia no me está funcionando, o que anoche tuve una orgía con tipos, minas, animales y objetos satánicos. Estoy diciendo que tengo el CULO ENORME, lo cual no es ningún TOP SECRET. Salta a la vista, créanme.

Otra que no falla es en las "previas" te tiran un "¿así vas a ir?" o más sutilmente (atenti a la perinola) "te espero a que te cambies y vamos, ¿dale?". Y VOS que te mataste por encontrar EL LOOK, de repente te sentís, ya sea una crota, ya sea una trola, ya sea una monja. Y obvio, si tenes un toque de amor propio VAS y te CAMBIAS. 

Digo yo, ¿quién le enseña a ésta gente que es correcto y aún "copado" que propinen su devaluada opinión sobre la apariencia de una? A ver papito, a ver mamita: ¿cuándo interpretáste que te pedí consejo? ¡NO ME CONOCËS! Pensálo un segundo. Respuesta: NUNCA. Sigamos.

Miles, miles de ejemplos y variopintas escenas se me vienen a la mente!

Hace unos días en salsa hablábamos al pasar de la relación causal "humedad-pelo", y mi comentario fué (lejos de integrar la mayoría) que a mí me gusta como queda mi pelo cuando hay humedad. PARA QUEEEEEE!!! No va que salta una (cuya cara no ubico, su nombre me es desconocido, etc) y me dice "claro, es que vos tenés tan poquito pelo" (con tono lastimoso), y yo (la idiota), le contesto "no, es que como no tengo forma definida, la humedad hace que se me formen ondas" (plop!).

Y más:

-"Planchate el pelo! Te queda tan lindo planchado" (ergo, como lo tenés te queda horrible);
-"¿Te cortaste el pelo? Me gustaba más largo" (mirá vos);
-"¡Qué linda remera! (empieza bien) Igual ese color no te queda bien con tu tono de piel. Te queda mejor el pipiripipi";
-"¿Estás más gordita vos?" (¿y vos, estás más conchudita?). Y aclaro que igualmente me pone incómoda el "¡ah pero qué flaca estás!". ¡Es cosa mía! Lo primero te lo dicen "por tu bien", y lo segundo es para quedar bien.

A los efectos de ser aún más elocuente, reproduzco diálogo con la (nótese) secretaria de mi médico.

S-¿Cómo andás Ana?
Yo- Bien bien, y vos?
S- Bien (y mientras me hacía las recetas) ¡Te hiciste los rulos!
Yo- Sí, viste? (esbozando sonrisa "juguete nuevo")
S- Te queda bien, te da volúmen porque vos tenés tan poquito pelo (el tono lastimoso, y lejos de quedar ahí...) Vos lo que tenés que hacer es teñirte de un color más oscuro, por ahí un ciruela, no un rojo gato, porque así te va a resaltar los rasgos blablablabla...
Yo-...Crik crik.
S- Sí si! Aprovechá ahora cuando te vayas a Viedma (?) y lo hacés!
Yo- Sí, puede ser...(abriendo la puerta para irme) Chau!
S- Chau chau!

NO COMMENTS.

¿NO COMMENTS?

martes, 13 de julio de 2010

SAPO PIRATA

Hace unos días descubrí esta publicidad:



(atenti al lupo que Anita no tiene cable conection así que toma conocimiento e ipso facto analiza las publicidades UN TOQUE tarde)

Cuestión, que ni bien la vi mi reacción fue:
 "Jajajaja, FLOR DE PIRATAS" + carita feliz.


Aunque en honor a la verdad sólo se exteriorizó el "Jajajaja", y lo de "FLOR DE PIRATAS" transitó por mi mente mientras volteaba mi cabeza hasta ver la cara de mi tía, que expresaba un circunspecto "horror, horror".


Al instante atribuí la cara de mi tía a sus supremos valores católicos (...). Y luego me puse a pensar que en MI caso, la palabra "pirata" tiene una connotación, hasta te diría, positiva.
Es decir, yo pienso en piratas y ¿qué se me representa?

¿Acaso Jack Sparrow, interpretado por Jonny Depp?


¡Es GENIAL! O sea, el tipo se inspiró en Keith Richards para su personaje. ¡En Keith Richards! Obviemos, de ser absolutamente necesario, que el tipo se parte en mil pedazos. ¡Igual te cae bien!

¿Acaso cuando pienso en piratería recuerde cada película que vi incluso antes de ser estrenada en cine, o cada mp3 que escuché?
Ello no puede significar algo malo.

¿No es "Somos Los Piratas" tema OBLIGADO de cada fiesta, partusa o memorabilia bolichera?
Bueno quizás yo sí sacaría el tema de la lista, pero no sería vox populi. Más bien me mandarían a la populi de la vox de un puntapié en el ojetex.


Incluso si pensamos en villanos como Hook (AKA Capitán Garfio) interpretado por Dustin Hoffman, no creo que nos pueda caer del todo mal.


(Creo que el que siempre me cayó mal fue Peter Pan. Pero ésa es otra historia)


Me vienen a la mente otros famosos villanos, pongamos por caso, la bruja pulpo de La Sirenita, que no se llamaría PAULa pero por ahí andaba...


...y realmente me sigue provocando espasmos de asco mezclado con temor. O como diría el gran Homero: "ñáñaras en el occipucio y las falangetas".


No hay comparación, y creo que no podrán convencer a mi subconsciente de que el pirata es alguien de temer...
¿Será mi lado machista saliendo a relucir nuevamente?

Te la dejo picando y me voy a dormir.

martes, 6 de julio de 2010

NO LO SOPORTO

Estas nenitas saben lo que hacen.

Aunque prediquen que "No Seaben" al canto de:

 "no sé si romper las vidrieras, o comprarme mil vestidos"



Admiran al MAESTRO...



...Y se dan el LUJO de laburar con el DIOS DE LOS ELEMENTOS.



Yo soy las flores que beben
La lluvia que seca mi sol
(X2)

Las palabra que me guardo
Son de vidrio, no me engaño
Las salidas son entradas
Para abrir de otro lado

Yo soy las flores que beben
La lluvia que seca mi sol

No tengo mas aire en mis dedos
Para el globo que vuela entre mis manos

Las palabra que me guardo  Letra de Otro lado - No Lo Soporto - Sitio de letras.com
Son de vidrio, no me engaño

Las salidas son entradas
Para abrir de otro lado

Yo soy las flores que beben
La lluvia que seca mi sol

Soltar es retener las palabras,
Soltar es retener las palabras que me guardo
Son de vidrio, no me engaño
Las salidas son entradas
Para abrir de otro lado.

domingo, 27 de junio de 2010

DOS VIEJOS...Y DE GARRÓN

Creo que a todos nos ha pasado alguna vez el ser habitué (o no tanto) de algún sitio (pongamos por caso) nocturno, y que de repente nos demos cuenta de que ya vendría siendo hora de emigrar a otro sitio del mismo talante, pero más acorde a nuestra edadddd.
Y sí.
Cuando ingresé a la uni, por ejemplo, el furor era ir a un lugar, el "sitio POP". Una iba, con 17, 18 años. Ahí iban "todos" (?).
Al año o dos ya pasás a ser la resaca del lugar, y querés innovar. Tanto que ya no volvés NUNCA MÁS a aquel lugar otrora POP, y que hoy te parece un sucio galpón de cuarta, lleno de pendejos boludos.
Lo mismo pasa si te vas a estudiar fuera de tu ciudad natal y se te canta salir alguna vez cuando vas de visita. Oh  odisea Oh. Porque claro, ya no estás en la "onda" (bueno yo...Nunca estuve en la "onda", pero pretendamos que soy una "chica tipo". Tipo naa), y no tenés idea a dónde catzo va la gente.
A todo ésto, viene a mi mente el recuerdo de un diálogo, escueto (por suerte) pero real al fin, que de adolescente mantuve con una chica  unos años más grande que yo. En resúmen ella tenía muy claro que se salía a cierta hora porque a ESA hora (y no otra) llegaba la "gente conocida" (?). Qué entendería esa chica por "gente conocida" es un tema que puede llevar a la discusión en casas de altos estudios filosóficos. Tal cosa asevero, pues creo que NADIE podrá JAMÁS saberlo. Idiosincrasia de pueblo chico, infierno grande.
Retomando, suele ser un tanto difícil querer adecuarse a las "olas migratorias" en lo que a salir se refiere. Más aún si sos una persona a la que no le gustan los boliches, abiertamente confesa al respecto, y tenés cero "onda". O sea, yo.
Pero hay momentos en la vida en que una tiene que salir a ver gente, gentusa, "gente conocida", desconocidos, "gente bien", "mala gente", ridículos, etc. 
Llega un punto en que "sociabilizar" (?) se hace deseable. Creo.
Igualmente sigo sosteniendo que lo que YO entiendo por "sociabilizar" en un choboli no se da. Pero no es el tema de este post.
El tema viene como piña colada por una reciente noche anecdótica que tuvimos con mi amigo Say. Esas noches que hay que pasar aunque ni ganas.
¿Puede ser que teniendo 23 años te sientas un NONO? Sí, puede ser. ES.
Cuando vas al lugar nocturno inadecuado en el momento inadecuado. Cuando ese lugar se llena de pendorchos y vos, sintiéndote en un kinder garden, te preguntás "¿Qué corno hago yo acá?", y el humor de tu noche pasa por tratar de entender por qué los pibes se dejan ver los boxers, cuando ello es altamente indeseable, y observás que hay un "punto clave" en el cual ellos quieren que estén sus pantalones.
Es INCREÍBLE. Yo los observo y veo que se los suben, pero lejos de hacerlo como para lograr lo que yo vengo a entender por "comodidad", es porque buscan que quede "ahí". Pongamosle a 3 cm del elástico del calzón, ni más ni menos. Toda una ciencia.
Mientras tanto, vos (yo) y tu amigo (mi amigo), los ancianitos que deliran con pavadas puesto que ni siquiera para mirar tipos está el panorama, luego de haber pagado entradas de dos lugares (del primero nos fuimos porque no estaba ni San La muerte), no tenés puchos, ni guita para gastar en bebida, puesto que la prioridad es volver a tu casa (en taxi, no queda otra).
Entonces, sentados en un sillón muy TOP, cagados de frío en un patio muy COOL, miré a mi amigo y le espeté un: "Viejos...Y de GARRÓN". Mientras los pibitos bailaban desaforados un tema poco memorable sin dudas.
Ambos rompimos en carcajadas.
Fué divertido ahora que lo veo de lejos. Si es con un amigo como mi amigo, como MIS amigos, yo volvería a pasar por cualquier garronazo así. 
Pero nos quedó más que claro que ése día de la semana, en ése lugar = NO.



viernes, 18 de junio de 2010

HOLÍSTICOS

(No es por el "efecto ola" ni por "la ola ola ola está de fiesta", sépanlo)




En esta era globalizada "todo tiene que ver con todo", pero por estos dos meses todo tiene que ver con el Mundial. Y es lo que yo llamo: OPPPPIO!
Como mujer que soy me toca hacer una reseña desde una mirada (más o menos) "femenina". Es claro que otra mirada no tengo.
También me parece claro que el Mundial de fútbol se asocie a los hombres porque, vamos! puede ser que haya minas que sepan de fútbol ( y las hay), así como hay tipos que no cazan una; pero convengamos que a la mayoría de los hombres les interesa el fútbol y sobre todo, la mayoría de las minas NO TENEMOS NI IDEA.
En fin, abusando nuevamente de la inspiración que me producen mis amigos, vuelvo a citar a la ideóloga de la Ley VDM quien claramente me planteó que las minas podemos saber de fútbol y disfrutarlo como deporte, lo que no quita que tengamos, además, lo que ella dió en llamar "visión de mina"
Ahh! Nosotras, siempre duales, nunca monales (?)...Pero volvamos.
He de aclarar que la que sabe y disfruta de deporte es ELLA y no YO. Aunque como mina que es, y buena amiga por cierto, es quien ha tenido la paciencia de explicarme lo básico como para desasnarme. Cosa que no he obtenido de ningún hombre. Por lo menos no sin que la frase termine con algún "sos idiota" o epígrafe similar. 
Porque, si bien es cierto que el deporte no me interesa y no es lo mío, pienso (como me enseñó mi padre, que NO me enseñó de fútbol) que saber algo de deporte hace a nuestra cultura general. Y como tal, me siento con la prerrogativa de EXIGIR se me EDUQUE al respecto, nada más. 
Yo no te voy a joder en medio de un partido que tenés que disfrutar con tus amigos, con comentarios respecto de lo bueno que está Forlán o lo partible que es Balack (quien nos ha desilusionado con su ausencia), o sobre las gambas que tiene Mascherano.
Ésos son comentarios en modo "visión mina". Comentarios que tenemos tanto derecho a formular como los hombres respecto del culo "de colección" de Evangelina Anderson (botinera VIP), o lo buena que está Shakira pese al INSOPORTABLE tema VISCERALMENTE VOMITIVO que ha oficializado para el Mundial. Acá la "mina" te tira un: "che, cómo lo cagó a David "bulería" Bisbal. Era más linda la canción con el negrito!", pese a saber que éste ultimo tema es tan o más pedorro que el de la antes nombrada. Es así.
En todo lo que vengo desarrollando con tanta precisión científica viene a súper colación  (como PIÑA colada) el último post de la grosa Andreita, en tanto las minas (y no "minitas", ése es otro concepto) con un toque de personalidad propia no necesitamos al "chaperón full time", y nos podemos auto-abastecer por dos meses.
¡SON DOS MESES CHICAS! ¿Qué hacen si se quedan solteras? ¡Por Dior! Déjenlos que se vuelvan zombies o sillones en paz, y que usen el desodorante que quieran, o que no usen por este tiempo, que se yo. ¡Aflojen a la soguita!

Volviendo un poco a la cultura general, durante el primer partido (México-Sudáfrica) el cual estaba de fondo mientras desayunaba, me agarró TREMENDO JULEPE.
Está bien que la noche anterior me había tomado unas cervezas con amigos, pero la resaca no era tal como para que los oídos me ZUMBARAN DE ESA MANERA.
Entonces entró en acción la hipocondríaca (gracias má...): "Dos opciones Ana, o la esquizofrenia se está empezando a manifestar, o sale audiometría porque se te cagaron los oídos".
Bueno, no. Más tarde durante "Francia-Uruguay" escuché el mismo zumbido, y ya habían pasado unas cuantas horas, no podía ser. Fue al poco tiempo que llegó a mi vida el término VUVUZELA. (lean ésta noticia, jaja).


JA! Es un arma de tortura, no me jodan. 
Los africanos serán un pueblo resagado, pero de técnicas de guerra SABEN. Y el que sabe, sabe. A mí no me cagan, la vuvuzela es una técnica de distracción mercenaria.
Otra, la forma del estadio (creo que de Johanesburgo, el de la foto), según lo que entendí representa la forma de un fruto (o algo así) en el que sirven un trago típico (la marula no es). Copado. 
Yo creo que si pierden el mundial van a tapar las salidas y lo van a llenar de líquido (el que sea) para que se lo tome un súper tótem (mjé!).

Aahh! Lo que se aprende todos los días.
Me voy a aprenderme el "Waka-Waka" así le mando mi video a Shakira por yo-tuve, y ayudo a salvar a la Humanidadddd....Y les enseño a bailar :p

P.D: Todo aporte a mi cultura es bienvenido, pero ojo con cómo me tratan mierrrdas! Recuerden ésto.


miércoles, 9 de junio de 2010

ODISEA EN EL SUPERMARKET


"La Odisea" de Odiseo (o Ulises en latín) es , según Homero (Homero no, Homero) el arduo viaje que el nombrado tuvo que sortear para poder regresar a su amada Ítaca, con su paciente Penélope (no sé si ésta tenía glamour, supongo que sí, ¡era griega!). De allí que el término "odisea" se utiliza para representar cualquier peripecia que nos cueste un Perú.
Hete aquí que lidiar con algunos estorbos de cierta edad en el super es algo que yo llamo una "constante odisea". Una forma paqueta de decir que se me inflan los ovarios cual globo aerostático, y muy seguido (léase: cada vez que voy al super que, como está a la vuelta de mi casa, hace las veces de "almacén amigo"). Vale decir que menos mal que Ulises no conoció las VDM de los supermercados. No hubiera sido tan fácil salir del embrollo que representan. 
¡Estas viejas compiten para ver quién es la más pesada! No me jodan.

Están las que te enzartan el changuito en el ojete: porque no miden las distancias, o simplemente porque son unas chotas;
Las que se te ponen, en la cola de la caja, AL LADO. Creo que pocas cosas son tan insoportables (cabeza a cabeza con que te lean por encima del hombro). A ver señora, porque se me ponga al lado y no atrás, como corresponde, nadie se va a apurar más, ni la gila de la cajera ni yo;
Las que te hablan. Y cuando digo "hablan" me refiero a que: te retan, te indican qué es lo que tenés que comprar, se quejan; todo con un "querida" en la frase, a saber:

-Ay querida, ¿no me alcanzás aquel paquete de papel higiénico? No, ese no, el otro...

-Tenés que probar estas papas chilenas, querida.

-¿Te parece, querida, que yo a esta edad tenga que estar haciendo semejante cola?

Son sólo algunos ejemplos de los momentos en los que me gustaría tener mejores reflejos mentales y mandarlas a tejer escarpines (por decir algo), pero nunca se me ocurre nada bueno para decir en ese instante. Entonces, dependiendo de mi fluctuante humor, les regalo una haaarrrrmosa sonrisa de póker o una despiadada cara de recto constipado. 

Están las viejas que se hacen las pobrecitas pero que son flor de vivas. Más bien, me rectifico: TODAS son flor de vivas, sólo que algunas ni se preocupan en hacerse las pobrecitas.
Por ejemplo hubo una el otro día que despertó mi sagacidad mental. Me hizo darme cuenta de que en su accionar existe cierto "arte del engaño" que merece su lugarcito en el Louvre, pero que, a falta de propuestas de empresarios acaudalados, tiene su puestito "de luxe" en el presente blog.

Escena 1: 
Mientras me acerco a mi posición en la cola veo que adelante mío hay un chango lleno como para abastecer a todo Medio Oriente, y detrás una señora de apariencia amable, sobre todo porque sólo tenía dos productos en la mano.
Por un instante mi inocencia fue tal que pensé que el desenlace podía ser rápido. (Oh! Qué incauta!) Hasta que  caí en que, obviamente debía de tener algún familiar (que tal vez fuera el -servil- marido) con otro chango para el Medio Oriente dando vueltas por ahí.
Le pegué en casi todo, porque el chango estaba (check!), el familiar estaba (check!), pero no era el marido (seguí participando). Peor! Era la hija.

Escena 2:
Habiendo ya ocupado su puesto en la cola a cara descubierta, ya sin engaños, madre e hija se turnaban para seguir agregando cosas de suma necesidad (?) al chango. Mientras, yo me quería volver chango, pero ése es otro cantar.

Escena 3:
Llega el turno de la embustera señora en la caja, y entonces, se da el siguiente diálogo, el cual intento transcribir con la mayor veracidad:

CAJERA: Señora, solamente puede llevar tres paquetes de harina (había 5)*
VDM: ...(crick-crick)...ah...(crick-crick)...(simulando ser idiota)
CAJERA: Bueno, ¿qué hacemos? ¿Cuáles va a llevar?
VDM:...¿Puedo llevar tres nomás? (cara de Bambi)
CAJERA: Si.
VDM:...(crick-crick y mirada cómplice a la hija)
CAJERA: Bueno, se las paso después como en otra compra, porque la caja se me traba si intento pasar todas (explicación innecesaria)
VDM: Bueno, bueno. (De repente sus respuestas son instantáneas).
La VDM paga la compra. La cajera pasa los dos paquetes de harina restantes. La hija velozmente los guarda. La VDM comienza una audaz retirada...
CAJERA: Son $4,50 por los paquetes de harina.
VDM: (haciéndose la distraída) Ah! Paga y se va.

*Es de suponer que la medida tiende a evitar el "desabastecimiento", que hasta donde yo sabía, es de azúcar; pero nunca se sabe...

CORTE!

¡¡¡Flor de VDM!!! 
Este tipo de encuentros pasa muy seguido. Los crisoles son numerosos.

Nunca falta la vieja que lleva el chango "Medio Oriente" y, ni bien la cajera termina de pasar hasta el último producto, la fuckin' VDM se "aviva" de que NO TRAJO LA BILLETERA
Juro que me pasó, varias veces, y no soy la única. 
Hasta que la boby cajera logra que venga la boby gerente para cancelar la compra se te pueden ir 15 minutos  dale que va entre prendida de luces, alarmas, llamados en voz alta, muy alta, cada vez más alta, hasta que la cajera se levanta y va hacia donde se encuentra la boby gerente y se lo pide allí.

Todas las VDM que he tenido la amargura de conocer tienen la maldita costumbre de pasar por la línea de colas de caja, haciendo que todos y cada uno de los que están en las respectivas filas se tengan que correr para dejarlas pasar. Y ni se les ocurra esperar un "permiso" porque acá los "querida" se los pasan por sus arrugadas cachufletas.

Tengo una amiga que propone que a partir de cierta edadddd las personas ya no puedan votar, no puedan conducir, y tengan que, obligatoriamente, pedir las compras de supermarket vía delivery.
Les dejo la propuesta para plebiscito. ¿Quién se suma a la lucha contra las VDM?


¡¡¡corchazooooo!!!


SI ALGO ESTÁ ENFERMO, ESTÁ CON VIDA

Cada tanto, memorabilia sobre la GENIALIDAD...





...Digo, por ahí aprenden algo ciertos giles que se creen músicos.


lunes, 7 de junio de 2010

R.I.P

(DEATH AND ALL HIS FRIENDS)


La muerte. Tema escabroso y rimbombante si los hay.
La muerte es un evento que nos UNE y nos REÚNE.
Nos UNE como seres vivientes que somos, en nuestra esencia, porque, aunque muchos se nieguen a aceptarlo, chicos: todos vamos a morir.
Pero la muerte también nos REÚNE.
Cuando alguien cercano muere, y por la influencia cultural (nefasta) del Catolicismo, no lo momificamos, ni lo cremamos (muchos adelantados sí), sino que al morir nos sacan las tripas, nos maquillan, nos meten en un cajón diviiiiino, y luego del velatorio, nos entierran.
Feo. Muy feo ésto de convertirnos en abono.
Yo prefiero ser ceniza y no servir para nada después de muerta; y que nadie sienta que tiene que ir a visitar mi tumba, que con los años se corroerá y llenará de arbustos, hasta que me metan en una urna porque necesitan el espacio.
Pero bueno, volvamos al EVENTO. El evento que supone la muerte, "el último adiós": el velatorio.
De entrada podemos advertir que es una situación poco saludable. A nivel psicológico sobre todo. De niño, si te llevan a los funerales se te graban imágenes perturbadoras; pero si no te llevan, nunca ves a los que mueren muertos (redundancia que me valga) y ésto es contraproducente. Oooo, no. Ni idea.
De grande, vas a los velatorios y si no se trata de tu familiar sino de un conocido, no sabés qué hacer, qué decir, cómo vestirte, cómo "honrar" mejor la memoria del difunto, etc.
Si se trata de tu familiar tampoco sabés qué corno hacer, pero ni te interesa porque (se supone que) sufrís por la pérdida. O no.
Entonces pienso, con todo ésto del "O sí, o no" que si bien la muerte nos une y nos reúne, cada uno la vive (el que muere ya murió, no lo vamos a incluir) como le sale.
O sea que en la muerte (de otro, claro está) TODO DEPENDE. 
A mí por ejemplo los funerales me parecen situaciones ridículas, fuente inagotable de chascarrillos y diálogos hilarantes. Obviamente que dejo afuera el sufrimiento. No es algo de lo que se pueda hablar con ligereza.
Si te toca ver a varias personas morir (que no es mi caso) supongo que vas aprendiendo códigos de...¿convivencia? o lo que sea, y mal que mal, te acostumbrás al rito.
No por nada cuando se llega a cierta edad y se empiezan a morir muchos conocidos de nuestra generación el temor y/o resignación se apoderan de uno. A cierta edad dicen "dejás de ir a casamientos y empezás a frecuentar velorios".
Pensemos por caso en las personas que hacen de la muerte una fuente laboral. No da que lloren por cada uno que se muere. Además, tremendo negocio te echás; ¡difícilmente te falte trabajo!
Por otro lado, en los lugares chicos como la ciudad en la que vivo, que si bien dista bastante de ser un pueblo sólo tiene dos casas funerarias, se pueden dar cómicos entramados.
Un ejemplo es la anécdota que hace unos días nos contó una amiga. 
En ocasión de fallecer su abuela, en una fecha tal, parece ser que las casas funerarias COLAPSARON, y al grito de "¡Justo a medio Bahía se le ocurre morirse ése día!", nos dibuja mentalmente la imagen de personas HACIENDO COLA, sacando número para llorar a sus seres queridos.
La imagen es increíble. Gente esperando en colas cual mañana de lunes en CAMUSI, comentando "el tuyo de qué murió", espectantes al llamado de "Los Ramirez (o Perez, o lo que sea) por esta sala por favor" para "1,2,3...YA!" llorar. Ver a dos sujetos desconocidos al lado del cajón de tu difunta madre, acercarte a preguntarles "Perdón pero, ¿ustedes de dónde conocían a mi madre?", que te respondan "somos compañeros de trabajo de su hermano", cuando una NO tiene hermanos. No da.¡Y sin embargo se da! 
Situación más patentemente ridícula que ésta es difícil encontrar. Pero si te pasan, son lo mejor que hay. Te dibujan una sonrisa seguro.
Pero como morir no es joda, y todo bien con hacer reír a mi gente pero prefiero no ser objeto de todo ésto, propongo:
1- ARRIBA LA CREMACIÓN! 
Los que quieran atormentar a sus descendientes por el resto de la vida harán que se mantenga su urna en el vértice del fogón, y los que tengan el alma libre de resentimientos ordenarán que se esparzan sus cenizas en el Támesis o en donde se les cante, o que las tiren por el inodoro así llegan a la China (?). Y listo.
Es difícil aceptar la muerte, pero ni el velatorio ni el entierro facilitan el proceso.
2- ¡Respetemos la voluntad del difunto!
Y para que respeten la nuestra, hay que dejar precisas instrucciones a algún ser responsable y leal. Y que no venga el primo tercero de Calamuchita a decirnos que "al tío le hubiera gustado ser enterrado en su pueblo natal". NO!
Los beneficios saltan a la vista: No gastaremos en costosas coronas "de parte de los compañeros de la escuela técnica nº7" (ponéle) , ni hay culpas por no visitar un terreno en un "Lar de paz" preciooooso para hablarle a alguna chapa "Fulano de Tal. Siempre en nuestros corazones" (ponéle).
Y los que quieran seguir con las costumbres católicas acuérdense del "hasta que la MUERTE los separe" del holly matrimonio y piensen con lógica: la muerte nos separa. Listo! El que se va, se va; y el que se queda, se queda. Que cada uno se arregle en la paradoja espacio-temporal que le toque.

THE END.



miércoles, 2 de junio de 2010

MI VECINO EL ASESINO

(DE OÍDOS)


Hace aproximadamente un año se mudó a mi piso un...tipo. Sí, otra denominación es sobre-abundante.
Obviamente el...tipo no es para nada agradable a la vista, y por su pinta pareciera un narco colombiano. Pero el tipo NO es colombiano ni (esperemos, si hay un allanamiento les aviso), narco.
Lo que pasa es que es casi un prototipo de cine, entonces mi subconsciente, no tan "garantista" (término al que se ha dado una importancia que no tiene) como mi consciente, lo esquematiza al mejor estilo Lombrosiano.
No obstante, no vine aquí a escribir sobre la apariencia de este...tipo, ni sobre su aptitud delictiva (bueno, de ésto quizás si).
Aunque no lo crean, lo que me perturba y a la vez divierte (mucho o poco, según como venga mi día) de él es que tiene lo que doy en llamar un "demasiado amplio gusto musical" (TODO en comillas).
Vamos a darle un changüí e invoquemos a su favor éso de que "sobre gustos no hay nada escrito", porque de otro modo...Merecería morir.
A ver, si mal no recuerdo, ni bien se mudó empecé a escuchar un constante retumbar de puertas y paredes, y de fondo...Reggaeton.
OK! Me dije, "ya sabemos con qué estamos lidiando, si me jode mientras duermo o estudio, lo mando a cagar" (lo cual, confieso, aún no he hecho porque suele agarrarme en horarios apropiados y de buen humor).
Pero resulta que el...tipo no viene a ser lo que se dice "predecible".
Veamos.
Supongan un salto dramático desde, que se yo, Daddy Yankee a...
Madonna.
No será de Cumbia Villera a Rock sinfónico, pero es fuerte.
No contentos con éso, si pasamos de Madonna a ...
Gladys la Bomba Tucumana;
de Gladys a...
El-tema-que-popularizó-RobertitoFort-y-del-que-no-se-el-nombre-ni-me-interesa-saber;
el tipo vive saltando con garrocha y sin estilo.
Hay que reconocerle que, si bien nada de lo que escucha es de mi agrado, su "originalidad" es tan graciosa que me hace bailar en el pasillo.
Sin embargo, y a pesar de la motivación que me da ir por el pasillo en medias a tirar la basura al rítmo de:

"-No la dejes ir, no la dejes ir; - ¿Por qué?; -Te lo digo yo; -¿Quién es?; -Violeta";

hay algo que me hace dudar seriamente de su integridad psíquica.
En las últimas semanas el rítmo alterna entre todo lo anterior y...
El Chaqueño Palavecino.


Debo admitir que al principio me costó saber quién corno era, pero como tengo muy buena memoria auditiva, un día volvía (quién sabe de dónde) y, de repente, sentí un súbito golpe en...
Mi mente.

"¿El Chaqueño Palavecino? ¿Cuál es el nexo causal y/o relación transversal, diagonal, lateral, contractual, etc; entre Daddy Yankee y el Chaqueño Palavecino?"

Digo yo, ¿qué le habrá pasado a este ser de la naturaleza para que el sentido auditivo le repela tanto? 
Yo trato de combatirlo con alguna que otra cosita de nada (mje!) que de seguro no entiende, y a un volumen considerablemente alto. Pero a esta altura me debato entre la posibilidad de que sea sordo, o simplemente un hijo de puta.
Su naturaleza delictiva ahora me es completamente visible, como una pestaña en un vaso de leche:

el...tipo, es un asesino de oídos.

Mmmmm ¿nuevo tipo penal?


¡Que no me lea Blumberg o sale reforma del Código Penal con fritas y a caballo!